YO LO VI JUGAR EN GIMNASIA
Buenas, ¿cómo va?. Vamos con la segunda entrega de esta nueva sección de mundo albo “YO LO VI JUGAR EN GIMNASIA”, donde recordaremos a jugadores que pasaron por El Club de Salta. Muchos dejaron una buena impresión, otros vendieron humo y en algunos casos fueron ignorados.
En esta oportunidad hablaremos de un jugador
salteño, proveniente de Rosario de la Frontera, quien fue nuestro Fabrizio
Rabanelli (busquen quién fue) alimentado empanadas y vino salteño. Sí, estamos
hablando de Luis Sillero, un delantero que llegó al Albo en la temporada 2000/2001,
luego del descenso que sufrió Gimnasia y Tiro, tras una temporada en la cual de
11 puntos debía sacar tan solo uno para salvarse y marcada por refuerzos falopa
como Leonardo Viana Beledo, Gabriel Del Valle Medina, Lorenzo Frutos, Cristian
Corrales y Guillermo Gendulain, entre otros.
Con un club aún shockeado por perder la
categoría, el club se propuso armar un equipo para volver rápidamente al viejo
Nacional B. Los planes incluían a jugadores locales y de la zona cómo: Fabián
González, Marcos Moriñigo, Fernando
Brandán, Carlos Jiménez, Pablo Jemio Portugal; veteranos como Enzo Gorniak y
Walter Reyna; más jugadores del club como Sebastian Arenas, Mauricio Chanetton,
Federico Villada, Diego Salvatierra y desconocidos como Hernán Drago, entre
otros. El millonario quedó a tan solo un
punto de recuperar su lugar en la segunda división del futbol argentino, que
fue lograda por el desaparecido Huracán de Tres Arroyos.
El rosarino venía de debutar en San Martín de
Tucumán y pasar por Racing de Córdoba y Atlético Vialidad. Pocas referencias se
tenían sobre él pero demostró ser un interesante delantero y se ganó el cariño
de los hinchas albos. Se mantuvo una temporada más en Salta para emigrar a
Tucumán para jugar en Atlético Tucumán.
Después de su experiencia tucumana, Sillero
viajó al vecino país donde desarrolló su
extensa carrera en clubes como: Unión Central, Jorge Wilsterman, Bolivar, Real
Potosí, Universitario, Blooming y Ciclón de Tarija (en muchos de ellos jugó
Copa Libertadores). También pasó por el Real Cartagena de Colombia. Entre todos
los clubes disputó 220 partidos y convirtió 97 goles.
Ya en sus últimos años como futbolista volvió
a la Argentina e integró la lista de buena fe de Atlético Progreso y Villa Beba
de su Rosario de la Frontera natal. Posteriormente se mantuvo una temporada más
y en el año 2017, jugando para Normal Rosarino, de la misma ciudad y dijo adiós a la práctica del fútbol.
Una nota de color, en el mismo año que dejo de
patear la pelotita, decidió incursionar en las cuestiones políticas y fue candidato
a concejal por su ciudad proponiendo más deporte para su ciudad.
Actualmente sigue viviendo en el sur
provincial y recientemente fue campeón del Campeonato Provincial de Veteranos, integrando
el equipo de Atlético Progreso.
Luis Sillero, a quién ubicaban como “¡bueno
el canoso che!”, dejó una huella en el Gigante del Norte, pese a estar solo una
temporada.
De esta manera me despido y les digo
nuevamente “yo lo vi jugar en Gimnasia”, no se si bien o mal pero lo vi, ya sea
en fotos (porque no entraba ni a tomar agua) o en el campo. ¡Hasta la próxima!
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