YO LO VI JUGAR EN GIMNASIA

Hace 5 meses | Escrito por Ivan Balás

Ante la falta de gol de nuestros delanteros en el presente torneo, es bueno recordar a este jugador que llegó como “El Depredador de Redes” y se fue como el “Casi Gol Del Área”. Si, en esta cuarta entrega de “Yo lo vi jugar en Gimnasia y Tiro”, hablaremos de Diego Leonardo Martínez, delantero él, que vistió el mando sagrado albo, durante la fatídica temporada 2018 – 2019.

Martínez, delantero moreno, de 1.84 mts, tuvo una dilatada carrera en el fútbol argentino. Debutó en primera división en Aldosivi de Mar del Plata, en la temporada 2003 – 2004, para luego jugar en Alumni de Villa María, donde solo duró un año a préstamo y volvió al “Tiburón”, donde permaneció hasta 2011, donde dio el gran salto, se mudó a San Lorenzo de Almagro, donde pudo permanecer solo una temporada y posteriormente recalar en Patronato de Paraná. Un hecho llamativo fue su "no pase" a Universitario de Perú. Diego viajó a tierras  peruanas pero no arregló. Eso si, tiró una declaración "vende humo", comparando al elenco incaico con Boca Juniors.

El destino y la necesidad de morlacos lo trasladó hacia Chile, donde jugó  la temporada 2012-2013 y regreso a su amado Defensa y Justicia, donde permaneció un año. Sin mucho rodaje, decidió marcharse con el pase en su poder a Talleres de Córdoba para disputar la Primera B Nacional, donde fue compañero de otro player que pasó por Gimnasia y Tiro, “El Dúctil” Elías Bazzi, con quién compartió  (fiel a su costumbre) solo un año.

Su carrera, de un club por año aproximadamente, siguió su camino y recaló en Atlanta, donde su estadía fue muy breve y se marchó para jugar en Deportivo Laferrere. Su siguiente parada sería en tierras catamarqueñas, en Unión Aconquija. El derrotero del “Depredador” lo llevó a Cañuelas en 2017 y de allí, adivinen, llegó a nuestro amado Gimnasia y Tiro de Salta

Ese año, si el 2018, la plantilla del millonario contaba con valores “importantes” como: Gabriel "Peinadito" Pusula, Gabriel “Que clavo” Poclaba, Jonhatan “El Primo” Hereñu (su prima había surgido de un reality show y la verdad era un infierno), Nelson Ibarlucea y Alejandro "Benji" Granero, Emanuel “Moquete” Morete. Además, los salteños Martín Mogni, Joaquin Mateo, Joaquín Iturrieta, Álvaro Cazula, Tomás Nallim, Juan Fraunhoffer, Juan Pablo Pereyra, Facundo Abraham y algunos refuerzos medio pelo como: Enzo "Tanque" Roggio, Matías Rosso, Pablo Agüero, Ezequiel Riera, Lucas Medina y Mauro Leguiza. Todos liderados por el veterano Pablo Motta. 

Martínez dijo “esta es la mía, voy y pruebo suerte” y así fue. Vino con su trayectoria a cuestas, como un “goleador de raza” para hacer historia en El Albo y lo hizo pero no de manera positiva. Junto a él llegó otro delantero, de apellido Cobelli pero no Sebastián (el bueno) sino su copia realizada en un taller clandestino, se trataba de Juan Manuel. Una dupla que no le hacía goles a nadie.  

El andar de Gimnasia en esa temporada no fue de los mejores y terminó jugando una reválida junto a Juventud Antoniana y San Martín de Formosa, en Córdoba, para no descender. El resultado era una crónica de una muerte anunciada, la fórmula: “jugadores falopa” + temporada mala + falta de actitud en momentos cruciales = DESCENSO.  El goleador con trayectoria dilatada solo anotó dos goles, en 14 partidos y se marchó de Salta.

Luego de ello, posó sus alas en Círculo Deportivo Nicanor Otamenti donde disputó 60 partidos y solo anotó 7 goles. Luego de un año (clásico), se marchó a Liniers de Bahia Blanca para disputar el Regional, con 4 goles en 9 encuentros. De allí armó sus valijas y viajó a Cipoletti para jugar en La Amistad y de allí trasladarse a Kimberley de Mar del Plata para volver al club de su localidad de origen, Círculo Deportivo Nicanor Otamenti, donde actualmente milita. 

En total, Diego Leonardo Martínez, con 38 años, jugó 403 partidos y convirtió 99 goles en toda su carrera. En Gimnasia fue decepción y no pudo desplegar su potencial, digamos que fue un auto que compraste por sus referencias pero nunca anduvo.

De esta manera me despido y les digo nuevamente “yo lo vi jugar en Gimnasia”, aunque en este caso sería “yo no lo vi golear en Gimnasia”. ¡Hasta la próxima!

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