YO LO VI JUGAR EN GIMNASIA
Hoy más que una columna es un homenaje a quién visitió y defendió los colores de Gimnasia y Tiro, quizás en momentos “de pocas luces” y muchos conflictos. Pueden decir que para ser ídolo, hay que ganar todo en un club pero en este caso Javier “El Potro” Díaz se ganó el respeto y el cariño de los hinchas albos por estar en los peores momentos de la institución.
“El Potro” nació en La
Plata, provincia de Buenos Aires, de posición volante central, Javier hizo
todas sus inferiores en Estudiantes de la Plata, compartiendo plantel con
Mariano Pavone y Pablo Lugüercio, hasta logró disputar algunos partidos en
Reserva.
Tras quedar libre del “Pincha”, el destino
del “Potro” lo llevo a Salta, llegó como una apuesta a futuro, sin mucho ruido
en el año 2003, de la mano de Sergio Gurrieri (Ex Estudiantes de La Plata),
quién solo permaneció 9 partidos al frente del equipo millonario y tras una
derrota por 3 a 0 a manos de Talleres de Perico, presentó su renuncia. Su juego
mixturaba la entrega, la garra, con el panorama.
En poco tiempo, “El Potro” se
convirtió en capitán del equipo y generó aplausos por parte de Los Albos.
Siempre había rumores de que abandonaba la institución pero se terminaba
quedando.
Su estadía en Salta no fue fácil, vivió en el albergue del club, en
casas de familia, lejos de su esposa e hijos pero siempre con perfil bajo y
trabajo se destacaba sobre el resto. Le tocaron tiempos que nada tienen que ver
con el actual, hasta tuvo que poner la cara cuando Gimnasia tuvo que jugar la
reválida ante Candelaria de Misiones y luego con Argentino de Mendoza (equipo
lleno de humo). Compartió planteles con jugadores como: Jorge Comune, Federico Sauad, Federico Rodríguez, Fabio Giménez, Mariano Ghigo, Martín Viano, Martín Martos, Pablo Rodríguez, Emanuel Torres, Juan Carlos Cartello, Flavio Marquez, Octavio Cortés Mosquera, Lucas Abraham, Luis Rueda, Sebastián Martinotti, entre otros.
Díaz permaneció en el club hasta el año 2009,
cuando tuvo que abandonarlo y regresar a su pago. En total jugó 75 partidos con
la casaca de El Club de Salta y convirtió 6 goles. Posteriormente vistió las
camisetas de Centenario de Neuquén, Independiente de Mones Cazón, Unión Curalú
y Deportivo Argentino de la Liga Pehuajense de Fútbol.
Su vida prosiguió alternado la vida en
familia, el fútbol y su trabajo en una empresa de plásticos. Su último partido fue
el que jugó integrando al Deportivo Argentino de Pehuajó frente a San Martín,
el 31 de Marzo de 2013, en el marco del torneo del interior. Dos días después,
un 3 de abril, el destino le jugaría una mala pasada. Ese día, se desató un
temporal en La Plata, que produjo el anegamiento de calles, caída de árboles e
inundaciones en varios puntos de la ciudad.
Javier encontró la muerte tratando
de ayudar a sus padres en la terrible correntada. Jorge Javier Díaz murió
ahogado, mientras rescataba a sus padres. Pudo sacar de la casa a su madre,
pero cuando intentó hacer lo mismo con su padre perdió la vida, arrastrado por
la corriente que bajaba por la calle. Su cuerpo fue hallado horas más tarde y
se convirtió en una de las 55 víctimas de la catastrófica inundación.“El Potro”
tenía 31 años de edad, estaba casado y tenía dos hijos, unos meses después de
su muerte nació el tercero. Tras su muerte, tanto Gimnasia, como Estudiantes de
la Plata realizaron homenajes y se trató de asistir a su familia que quedó con
un vacío enorme tras su partida.
Hoy, desde aquí, un humilde homenaje para uno
de los jugadores que rompe con el “Tú no has ganado nada”, en Gimnasia, “El
Potro” se ganó a la gente y fue uno de los guerreros que apuntalaron lo que es
Gimnasia hoy, le tocaron las malas pero siempre puso la cara. Hasta la próxima!
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