YO LO VI JUGAR EN GIMNASIA

Hace 3 meses | Escrito por Ivan Balás

¿CÓMO ANDAN ALBOS QUERIDOS?, AQUÍ ESTOY DE VUELTA DESPUÉS DE UNOS DÍAS DE DESCANSO. EN ESTOS DÍAS SE HABLÓ MUCHO DEL DESEMPEÑO DE LOS DELANTEROS DE GIMNASIA Y SU JUEGO. HOY RECORDAMOS, EN YO LO VI JUGAR EN GIMNASIA, LA HISTORIA DE LUIS ALBERTO BONNET, ATACANTE QUE VISTIÓ LA CASACA DEL ALBO.

“El Pelado” nació un 27 de abril de 1971, en Buenos Aires y creció en el barrio de Villa Crespo. Hizo todas sus inferiores en Atlanta, donde debutó en el año 1991, logró ser el máximo goleador de la Primera B en 1995 y el ascenso al ex Nacional B. Durante su estadía en el ascenso logró convertir 49 goles en 141 partidos. Esa marca provocó que el Sporting Cristal peruano se fijara en el “Pela” y lograra su préstamo.

Bonnet pudo disputar el campeonato  inca y jugar la Copa Libertadores  del año 1997, anotó cinco goles y llegó a la final frente a Cruzeiro, donde obtuvo el sub campeonato, tras caer por 1 a 0 en el global.
Allí viene su historia en El Club de Salta, tras su buen desempeño en Perú, llegó a Gimnasia y Tiro, que militaba en la Primera División del fútbol argentino.

Recién ascendido y “probando las mieles top del soccer argento” El Albo armó un equipo que mixturaba jugadores que habían logrado el pasaje a primera, como: Diego Cejas, Pedro Guiberguis (La 10 la debería tener en su casa), Adrián Cuadrado, Jorge Cervera (Loco discoteca), Pablo  Saldaño (duende veloz), Sergio Plaza y Mario “Cococho” Giménez, Alfredo “Tanque” González, Isidro Iturrieta (jugadorazo) y Ramiro Leone (corazón puro), a los que se sumaron players foráneos como Silvano “La Fiera” Maciel (ya fallecido), Claudio Manchado, Mario Marcelo (si se ponía medias de distinto color se pateaba solo), Carlos Chile, Marcos Barlatay (desconocido), Adrián Fornero, Sergio Dopazo (en el ocaso), Darío Scotto (pólvora mojada). Todos ellos completaban la nómina junto a promesas del club como Christian Zurita, Renato Riggio, Esteban Gil, Esteban Trasancos, Carlos Castilla, Daniel Ramasco y Daniel Quinteros. 

Como citamos en el artículo de Manchado, ese equipo no tuvo buena fortuna, en el Torneo Apertura 1997, finalizó último con tan solo 12 puntos, en 19 fechas, con 30 goles en contra. En tanto, en el clausura 1998, El Albo cosechó tan solo  16 puntos, en 19 fechas, con 34 goles en contra. La floja perfomance y el bendito sistema de promedios decretaron el descenso a la segunda categoría del futbol argentino.  


En una etapa del “mundo del revés”, donde el 9 jugaba afuera del área, Bonnet fue recordado como un jugador con mucho sacrificio, poco gol pero con una entrega tremenda. Para los hinchas del “Millonario de la Vicente López” quedó inmortalizado tras enviar el centro desde la izquierda del campo hacia el área del River campeón de todo en 1997, para que Pedro Guiberguis (el Maradona norteño) lograra el  1 a 0, ante un Gigante del Norte repleto. El partido terminó 1 a 1, con el empate de Santiago Solari.

Al finalizar ese torneo, Bonnet, quien jugó 38 partidos en Gimnasia y solo marcó 8 goles, decidió armar sus valijas y volver a tierras peruanas para jugar en Cienciano. Allí recuperó su nivel, disputó 21 partidos y convirtió 19 tantos. La buena campaña posibilitó que regresara a “su lugar en el mundo”, si, regresara a Sporting Cristal, a quienes clasificó a la Libertadores de 2002 y logró 18 goles en su torneo de retorno. En ese mismo año, Luis Alberto consiguió la nacionalidad peruana. Ese fue el comienzo de todos sus títulos con los celestes. 
Después de años de rechazar ofertas de clubes rivales, su entrega y resultados, Bonnet se consolidó como un ídolo del club y firmó una carrera de ensueño al retirarse en 2008 con la camiseta que lo tomó como un hijo directo.  

En total, “El Pelado” disputó 454 partidos y convirtió 196 goles, en distintas categorías del fútbol argentino, fútbol peruano e internacional. Tras “colgar los botines”, Bonnet mudó su pasión al póker.  

En una nota a  un medio peruano aseguró que practica para jugar mejor, pero que su principal objetivo es divertirse y pasar un buen rato, dedicándole cuatro días a la semana para jugar e incluso considerándose un jugador capaz de adaptarse a sus rivales, al elegir con cuidado sus manos, con la cabeza fría y con cierta agresividad para sacar la mejor ganancia posible jugando al póker en los casinos.


Luis Alberto Bonnet, “El Pelado” para los hinchas de Gimnasia fue un jugador que suplió lo cuantitativo de los goles con lo cualitativo del sacrificio y la entrega. Los espero en la próxima entrega de YO LO VI JUGAR EN GIMNASIA, salud punteros! 

Fotos GyT -  Gentileza de Daniel Villagra

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