YOLOVI JUGAR EN GIMNASIA
HOLA ALBOS, CÓMO ESTÁN?. HOY MUNDO ALBO CUMPLE 9 AÑOS DE VIDA Y ES GRACIAS A USTEDES!. SIGUIENDO CON NUESTRA COLUMNA SEMANAL, HOY HABLAREMOS DE UN JUGADOR QUE NO SE SI MUCHOS SABÍAN PERO JUGÓ EN “EL CLUB DE SALTA”. LLEGÓ MUY JOVEN, ESTUVO A PRUEBA Y SE MARCHÓ EN SILENCIO, HABLAMOS DE LUCAS GAMBA.
Nacido en San Rafael, Mendoza, misma tierra de Jorge Cervera y Luis Rueda, Lucas comenzó a jugar al fútbol a los 10 años, en Sport Club Quiroga, luego pasó a Deportivo Argentino, donde jugó el viejo Torneo del interior (2004), donde debutó en primera división frente al Sportivo Pedal Club con tan solo 16 años.
Sus buenas actuaciones y los comentarios sobre sus cualidades lo llevaron a tener una prueba en Gimnasia y Tiro, en el año 2006. Salvador Ragusa era el técnico, “El Albo” se encontraba en manos de un órgano fiduciario y no tenía las posibilidades económicas para reforzarse con jugadores de experiencia. Todos recordamos quienes arribaron esa campaña: Mariano “El Negro 10” Fermani, Gonzalo “Mi hermano está en Gran Hermano” Fortunato, Julián “juego a la ovalada” Magallanes, Diego “Balcarce” Antonio, Guillermo “Vicera” Rotger, Marcos Molina y Javier Orozco.
Además estaban en ese plantel los salteños: Federico Sauad, Cristian Taberna, Pablo Ortíz, Rafael Segovia, Gabriel Palacios, Federico Rodríguez, Gonzalo Viano, Raúl Contreras, Lucas Jara, Fabio Giménez y Emanuel Torres. Estos se sumaban a Maximiliano Bogni, Esteban Alderete, Pablo Giménez y Javier “El Potro” Díaz.
Lucas armó su valija, tras el llamado de su representante., más el pedido de Ragusa y se marchó a nuestras tierras. Según publicaciones de medios mendocinos, Gamba era poseedor de una “endiablada” gambeta y apariciones vertiginosas por ambas puntas del ataque.
Ya en Salta fue sometido a varias pruebas, que logró sortear junto a Esteban Alderete y Marcos Molina, para integrar el plantel albo. Con 19 años, Gamba era una apuesta a futuro y no era muy tenido en cuenta. En ese entonces, teníamos delanteros “letales”, como Sebastián González, David Guffantti y Esteban “La Cobra Wanchope” Moreno. Entre los cuatro no alcanzaban los dedos de la mano para contar los goles que hicieron ese campeonato. Un chiste.
Gamba tan solo ingresó en un encuentro de esa nefasta temporada, que tuvo como corolario las dos promociones, una frente a Candelaria de Misiones (milagro de Federico Sauad) y la serie frente a Argentino de Mendoza, que dejó en el Argentino B al equipo de la Vicente López.
Al terminar el torneo, Gamba volvió a armar sus valijas y se mudó a su Mendoza natal, su destino Maipú. Allí estuvo la temporada 2008 – 2009, paso a Independiente Rivadavia de Mendoza (Jugó 30 partidos y convirtió 6 goles) y volvió en 2010, donde permaneció hasta 2014 en el botellero (jugó 134 partidos y convirtió 32 goles).
De allí, se trasladó hacia Santa Fe para vestir la camiseta de Unión, en Primera División y Copa Argentina (jugó 127 partidos e hizo26 goles). Allí estuvo del año 2014 hasta el 2018. Posteriormente pasó a Huracán de Parque Patricios (jugó 34 partidos y convirtió 9 goles) , donde estuvo la temporada 2018 – 2019 para pasar a Rosario Central donde jugó del año 2019 al 2022 (disputó 85 partidos e hizo 13 goles). Sus buenas actuaciones lo catapultaron a la Liga Deportiva Universitaria de Quito (Ecuador), lugar donde defendió la camiseta ecuatoriana en 12 oportunidades pero no pudo hacer goles.
Este año fue repatriado por Central Córdoba de Santiago del Estero para jugar en Primera División y tratar de sostener al “Ferro” en la categoría. Hasta el momento, Gamba lleva 26 partidos, con cinco goles convertidos.
En total, jugó 409 partidos y convirtió 84 goles en 6 categorías de Argentina (Primera División, Segunda División, Federal A, Federal B, Federal C). Jugó 12 partidos y no convirtió goles en el extranjero.
Lucas Gamba, llegó al Albo como una joven promesa, que no pudo explotar ante el “eclipse de estrellas” que de verdad sufría el club en esa época y se marchó en silencio. Hoy, es un interesante jugador de primera que, por lo menos en Salta, nunca fue valorado, quizás por desconocimiento o por caprichos de algunos DT y dirigentes que decidieron “bancar” a jugadores que no dieron la talla. ¡Hasta la próxima!
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